lunes, 5 de noviembre de 2007

CARMINA BURANA

En el siguiente video Seiji Ozawa dirige de manera magistral a la Orquesta Filarmónica de Berlín y al coro Shin-Yu Kai. El vídeo empieza con Blanziflor y Elena, penúltima obra del Carmina Burana, para finalizar con la impresionante y sobrecogedora expresión inicial “ Oh Fortuna, velut luna “ (Oh Fortuna, cambias como la luna). Impresionante.



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FORTUNA IMPERATRIX MUNDI

Oh fortuna, velut luna, statu variabilis / Oh fortuna tan variable como la luna.
Semper crescis aut decrecis / Siempre creces o disminuyes
Vita detestabilis nunc obdurat / La vida detestable primero ataca
Et tunc curat / y luego cura

Ludo mentis aciem egestatem / La suerte desmesurada y vana
Potestatem dissolvit ut glaciem / funde como el hielo la miseria, el poder
Sors immanis et inanis /
y la agudeza de la mente como si se tratara de un juego.

Rota tu volubilis status mulis/ Tú eres rueda caprichosa, situación cambiante,
Vana salus semper dissolubilis / vana salvación, siempre perecedera
Ombumbrata et valata/ ensombrecida y oculta.

Michi quoque niteris nunc per ludum / En mí te apoyas ahora para tu juego
Dorsum nudum fero tui sceleris sors salutis et virtutis /
Llevo en la espalda desnuda la suerte de la salvación y la fuerza de tu crimen.

Michi nunc est affectus et defectus / contraria para mí, eres afecto y defecto
Semper in angaria est affectus et virtutis /
siempre obligada eres afecto y virtud.

Michi nunc est affectus et defectus / contraria para mí, eres afecto y defecto
Semper in angaria est affectus hac in hora/
siempre obligada eres afecto en esta hora

Sine mora corde pulsum tangite/ sin demora toca el pulso de mi corazón,
Quod per sortem sternit fortem /
Y cuando a él le llegue la hora de cesar en su función
Mecum omnes plangite hac in hora/ llorad todos conmigo en esta hora

Sine mora corde pulsum tangite/ sin demora toca el pulso de mi corazón,
Quod per sortem sternit fortem /
Y cuando a él le llegue la hora de cesar en su función
Mecum omnes plangite hac in hora/ llorad todos conmigo en esta hora

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Este vídeo, de mucha utilidad, va sincronizado la música con la partitura (parte coral). Muy interesante, para el que sepa leer música, claro está.



Carl Orff, famoso por sus obras de pedagogía musical, nunca hubiera imaginado que Carmina Burana se convertiría en su obra maestra. “Canciones profanas para solistas y coro con acompañamiento de instrumentos e imágenes mágicas”, fue el subtitulo que el autor le puso a esta especie de gran cantata escénica con mímica y ballet. Su estrenó se produjo en Frankfurt en 1937 y en la actualidad se tiende a interpretar en forma de concierto. Su creatividad como compositor también nos dejó la ópera Die Kluge (La astuta, 1943) y de Antigonae (1949), ambas obras de gran austeridad.


Los textos utilizados por Orff para su composición proceden de una colección de poemas medievales goliardescos de los siglos XII y XIII contenidos en un códice hallados en 1803 en el monasterio de Benediktbenem en la Alta Baviera. La mayoria de ellos están escritos en latín medieval, y algunos en alemán antiguo, con mezcla de latín e incluso francés. Sus autores fueron estudiantes, monjes, vagabundos y principalmente goliardos. Estos textos tenían un denominador común, el bien y el mal, así como la religión y el paganismo. De todos ellos, Orff seleccionó 25 canciones y las ordenó de manera que pudieran ser escenificadas, amoldando la música a la sencillez de los textos, agrupados según su argumento: canciones de amor, de taberna, sátiras mordaces, e incluso canticos estudiantiles… De todos y cada uno de ellos emana una concepción simple y directa de la vida.

Musicalmente todo es de una sencillez básica: las partes corales están escritas en unísono, octavas, terceras, en contadas ocasiones en quintas; la escritura es de naturaleza tonal, con escasas audacias armónicas. El ritmo de la danza, intensamente subrayado por las percusiones, resulta un elemento clave que unifica la obra. Orff rechazó cualquier complejidad al componerla. Así pues descartó el contrapunto, el desarrollo de los temas musicales y el empleo de formas elaboradas o complejas: al menos la mitad de las piezas son canciones cuya melodía se repite en cada estrofa con muy pocas variantes,limitandose a alterar el modo o jugar con escalas mayores o menores. Pero no por ello existe monotonía alguna, ya que el ritmo es el gran protagonista, dando cohexión y variedad al conjunto. En esta riqueza rítmica estriba pues la clave de los Carmina Burana.

La obra está escrita para tres solistas vocales ( soprano, tenor y barítono ) coro mixto, coro de voces blancas, y una gran orquesta con una sección de percusión más que nutrida. Consta de una introducción, tres partes diferenciadas(la primavera, el vino y el amor) y un gran final que nos remite al tema inicial:

Es Carmina Burana un extenso y continuado canto al amor- y no precisamente espiritual- y a los placeres terrenales, que nos muestra un grandioso cuadro de color y alegría en contraposición a la imagen topicamente habitual que el oyente no muy familiarizado con la música clásica tiene de la música medieval, grave, sobria, incluso sombria, acercandonos a la riqueza musical real del medievo, y nos invita a recuperar la práctica vocal e instrumental del enorme legado existente de lo que podríamos denominar literatura musical profana, injustamente caída en la desatención frente a los numerosos y excelentes, eso sí, oratorios religiosos .

La introducción del Carmina Burana comienza con el grito coral de júbilo ¡Oh, Fortuna! la parte más conocida, ya que ha sido usada en multitud de películas como "Excalibur" o "The Doors". Además, ha servido como fuente de inspiración para los compositores de películas como "Conan" (Basil Poledouris) o "El Señor de los Anillos" (Howard Shore).

Espectacular video de la película 300 con la música citada anteriormente

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Estimado señor profesor: cúanto sabe. Hijo mío, nos has dejado pasmados con toda tu elocuencia y tu erudición, pero mira, mejor para nosotros. Yo por lo menos no sabía nada de Carmina Burana, salvo que me sonaba la música que pones. De la letra, y del modo de componer, ni idea. O sea que acopló la música a la sencillez de la letra, vaya, yo creía que las cosas se hacían al revés en las óperas y eso. Estupendo todo lo que cuentas, me ha encantado. Por cierto que aunque la fortuna cambie como la luna, la luna vuelve y vuelve y vuelve a cambiar y la fortuna a lo mejor se queda en cuarto menguante.
Felicidades por la lección magistral.
¿Para cuándo un estudio parecido sobre "La del manojo de rosas"?

Anónimo dijo...

Magnífico tu post

¿Te acuerdas cuando el pobre Oliver nos hablaba del Carmina Burana en clase hace un millón de años?.

Creo que se le olvidó decirnos que el tal Orff era bastante nazi, el angelito... pero qué música. A mí, el número que más me gusta no es tanto el follonero "O fortuna" sino el más sosegado y lírico "In trutina" para soprano. A ver si lo encuentras y lo pones, rey.

Voy a releer despacio tu post, que lo merece.