martes, 13 de noviembre de 2007

AMADEUS - Autopsia de una película


Para empezar diremos...

¡¡Pedazo películón!! Ocho Oscars en 1984.

El drama de Peter Schaffer "Amadeus" fue un éxito internacional en 1979.
Cinco años más tarde Milos Forman adapta la obra de teatro al cine junto el autor original.Forman se toma alguna que otra licencia histórica, aunque él mismo ha reconocido por activa y por pasiva que nunca pretendió que su tragedia reflejara los hechos tal y como ocurrieron realmente.

Es tal la cantidad de falsedades y licencias dramáticas que hay en la película, que conviene destacar los hechos documentados que sí se incorporaron a la película:

1.- Risita de hiena.
En la película se convierte en el rasgo más irritante de la personalidad de Mozart. No fue una contribución de Tom Hulce al personaje, sino que está basada en cartas de la época que hablan de Amadeus. En una de ellas se describe su risa como "contagiosa y mareante" y en otra se dice que es como "oír metal arañando un cristal". Se podrá estar en desacuerdo con la manera específica en la que Hulce tradujo esas descripciones a sonido, pero lo que no se puede cuestionar es su profesionalidad a la hora de preparar el papel: practicaba cuatro horas de piano al día para parecer convincente ante el teclado, algo que no hacen ni algunos pianistas profesionales.

2.- Mozart llegó a actuar ante la reina de Francia, María Antonieta (porteriormente decapitada) y cuando cogió en brazos al aún niño prodigio, éste le dijo: "¡Cásate conmigo!"

2.- El emperador José II tuvo el valor de decirle a Mozart que su ópera "El rapto en el serrallo" tenía demasiadas notas"



Pero el objeto de la dramaturgia no es hacer llegar la verdad histórica al espectador, sino emocionarle durante el tiempo que está sentado en la butaca.

En el siguiente video, Salieri que admira profundamente la música de Mozart y está muy familiarizado con ella, le conoce en persona en el transcurso de una recepción musical en Viena. La pregunta que se formula el italiano, minutos antes de encontrarse con Mozart, es si el enorme talento del compositor se notaría en su actitud y sus ademanes. En definitiva, Salieri se pregunta si sería capaz de reconocerle entre la multitud por la pinta de genio que él se imagina que tiene. Y es entonces cuando le descubre persiguiendo a cuatro patas a la que luego será su mujer e improvisando, para divertirla, infantiles y escatológicos juegos de palabras.

Posteriormente vemos a Salieri, comentando la música de Mozart, en concreto el Tercer movimiento de la "Sinfonía para vientos". Salieri dice:

"Un comienzo simple, casi cómico. Un ritmo, a base de fagotes y cornos, como el de un acordeón oxidado. Luego, de pronto, por encima, un oboe; una sola nota, mantenida firme, hasta que un clarinete la recoge y la convierte dulcemente en una frase maravillosa. ¡Esto no había sido compuesto por un mono de feria! Era una música que yo nunca había oído, teñida de tal anhelo, un anhelo irrealizable, que me hizo estremecer. Me parecía estar escuchando la voz de Dios".



Como bien es sabido, Mozart realizó una gira musical durante su adolescencia junto a su padre Leopold, que ejercía la triple función de promotor, empresario y road manager. Juntos, el papá y el niño prodigio, recorrieron muchas de las Cortes de Europa. Pues bien, con doce años, Amadeus llegó a Roma en plena Semana Santa. Por aquel entonces, el Miércoles y el Viernes Santo era costumbre interpretar la composición de Allegri ante el Papa en la Capilla Sixtina, durante el llamado Oficio de las Tinieblas. Su Santidad, muy orgulloso de esta pieza polifónica, prohibió que se interpretara fuera de la Capilla Sixtina, o que se copiara la partitura para ponerla a disposición de los músicos de otras Cortes europeas. Se llegó a decir que la pena que había decretado el Papa para los infractores era la excomunión.

El Miércoles Santo de 1711, Mozart escuchó la composición en la Capilla Sixtina, en compañía de su padre, y nada más salir del Vaticano, la transcribió de memoria al papel pautado.El Viernes Santo, Amadeus volvió a la Capilla Sixtina con la partitura enrollada y escondida en el sombrero, y llevó a cabo unas cuantas correciones con las que se aseguró de que su transcripción era nota por nota, completamente fiel al original.

Cabe destacar que el Miserere es una composición a cinco voces, en la que se van alternando partes polifónicas con canto gregoriano. Según esta anécdota, Mozart fue capaz de memorizar la partitura completa de unos 12 minutos de duración, después de escucharla una sola vez y fatigado por el viaje. La anécdota está recogida en una carta que el padre de Mozart envió a su mujer el 14 de abril de 1770 desde la Ciudad Eterna:

"...¡Tenemos el Miserere! Wolfgang lo ha transcrito y te lo enviaríamos a Salzburgo junto a esta carta si no fuera necesario que estuviéramos nosotros allí para interpretarlo. Porque la manera de cantarlo contribuye, en mayor medida aún que la propia composición, al efecto que produce en el auditorio..."

Detalle de esta anécdota. Algo parecido con una marcha de bienvenida compuesta por Salieri para Mozart. No tiene desperdicio.



La muerte de Mozart, el tema más polémico de Amadeus. ¿Fué Mozart asesinado o no por su rival Salieri? Lo cierto es que en la película Amadeus no se llega a decir que Salieri envenenó a Mozart. Lo que vemos es que el italiano se intenta suicidar después de que un delirio culposo le hace imaginar que efectivamente ha acabado con la vida de Mozart por todas las zancadillas que le ha puesto. Su plan, a partir de un determinado momento de la película, es encargarle el Réquiem a Mozart, asesinarle y luego interpretar la misa de difuntos en su honor como si fuera obra suya. Pero en ningún momento se menciona el veneno para acabar con él.

Lo más grandioso de Amadeus es que nos acerca a la música de Mozart, desmontando, por ejemplo, la textura musical del Réquiem. Escuchar por separado las distintas partes o voces musicales del Confutatis, a medida que Mozart se lo va dictando a Salieri es un lujo que no había estado al alcance de un melómano corriente y moliente. En esa secuencia, uno va apreciando las ideas por separado y luego escucha cómo esas ideas se van superponiendo para formar la textura musical, muchas veces tan densa que el oído no habituado no es capaz de apreciarla en toda su complejidad.




En la escena final de la película, cuando Mozart está en cama después de haber sufrido una lipotimia por agotamiento durante el estreno de La flauta mágica, Salieri parece querer acabar con el genio por el procedimiento de extenuarle con trabajo hasta la muerte. Salieri miente a Amadeus cuando llega Schikaneder con la recaudación de la opereta y le dice que es dinero del misterioso cliente del Réquiem, que lo quiere tener listo al día siguiente.


Mozart, quien se encuentra muy débil, argumenta que aunque está muy necesitado de dinero, le es imposible terminarlo en 24 horas debido a su lamentable estado de salud. Es entonces cuando Salieri se ofrece a echarle una mano para poder concluirlo a tiempo.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Madre mía, qué entrada tan tremenda, hijo mío, cuánto tiempo te ha llevado esto? Te cuento: vi esa película en Mallorca, me dormí en cuanto empezó y luego me iba despertando con las risas de Mozart, enfadada.
En fin, tengo pendiente volver a verla.
Bueno, sigue dándonos clase.
Chao

Anónimo dijo...

¿Qué más da que la historia ni la vida se parezcan al arte?. Me molesta cuando se despacha una película con el presunto defecto de que no es fiel a la historia. Como si supiéramos a ciencia cierta si César cruzó el Rubicón...

Amadeus es apabullante, apasionante, excesiva, imperfecta en su grandeza, llena de momentos de una hermosura única.

El mío, sin duda, el que pones del primer encuentro de Salieri con el quintento para clarinete de ese personajillo grosero e infantil que llenó de luz a la humanidad. Seguido muy de cerca por el de la fascinada ojeada de Salieri a los manuscritos de Mozart... "creí encontrar en el entramado de aquellos meticulosos trazos, la más absoluta belleza" mientras suena la Misa en Re m. Estoy de acuerdo con Schaffer.

PD: Por cierto, este Schaffer tiene un hermano gemelo autor de "La huella" obra de teatro que dio pie a otro peliculón de Manckiewicz. No los confundamos.

Anónimo dijo...

Busco información sobre una película de la que sólo tengo esta referencia:

El caso de una mujer acusada de asesinato que curiosamente será su hijo -él desconoce la propia identidad de ella y no sabe que es su madre- quien la defienda ante la justicia.

Con estos imprecisos datos me gustaría recordar el título.

Seguro que alguien me saca de dudas.
Gracias.

Anónimo dijo...

¿Para cuando un comentario sobre Ratatuille?
Aunque sea de su banda sonora. Creo que Camille pone la voz.